Están robando tus sueños y tu esfuerzo


"No se puede gastar lo que no se tiene."
Mariano
Rajoy: "No se puede gastar lo que no se tiene"
Sin embargo, ya es necesario no comer ni beber ni tomarse un parecetamol durante más de un año entero en toda Ehpaña para pagar todo lo que ya se debe. La deuda pública alcanza hoy un 117% del PIB, es decir, el Estado debe más dinero del que produce en un año.

Por supuesto que hay interesados en que se deba dinero, y mucho. No por cobrarlo algún día, si no por proceder cuanto antes al embargo, porque quien fabrica el dinero no necesita que nadie se lo dé, solo quiere que le deban sumas impagables para embargar las cosas que aún no son suyas.

Puede disfrazarse de muchas maneras, bajo muchas capas, repetirse que no es a ti a quien roban o que, al menos, nos roban a todos, decir que es legal pagar por producir tu propia electricidad, tras abonar el IVA del panel solar, pues el Sol no es gratis, ¿no? Dirán que es legítimo, y tendrán razón. Pero, ¿qué más necesitas para ver que los gobiernos que dictan esas normas están comprados? Comprados por ladrones que necesitan de nuestro permiso para llevarse lo que nos pertenece, lo que hemos creado con esfuerzo por realizar cada uno sus pequeños sueños. O, ¿acaso trabajaste alguna vez por conseguir algo que no te correspondió? O, ¿resulta al final que no mereces sentarte en el sofá el sábado por la tarde con tu mujer, con tu hermano? ¿No has hecho todo lo que se te pidió a cambio?

Nadie toleraría que entraran en su casa y se llevasen todo, que sacaran de la cama a su padre enfermo, que humillasen a sus hijos. Y sin embargo, está sucediendo delante de nuestras narices. ¿Cómo puede ser? Si entra un tipo con una pistola en tu casa, pues ya está, no hay nada que hacer. Pero no hay pistola para entrar en un país entero, el único camino es el el engaño, la complicidad y, en última instancia, el miedo.

Abre los ojos. No lo aceptes. Sé valiente.

(¿quién tiene miedo?)


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Poco antes de Alejandra

Imagen
No sabía cuánto había permanecido en aquel mar. Mi lugar no era aquel, sin duda. El agua plana, circular a través de un horizonte perfecto resultaba, por ilimitada, más parecida a una cárcel para mí. Así es para personas como yo, que pertenecemos a las montañas, a los ríos tortuosos y a los bosques de robles silenciosos y arces de colores innumerables donde los rincones, las cumbres y las formas revelan su mapa a los que llevan en sus zapatos el polvo de esos caminos. El tiempo lleva un ritmo extraño desde entonces, pero no se empolva la visión y la certeza de aquel instante en el que, como testigo del comienzo del universo, me encontré frente a mi destino en los ojos de la mujer que amo. Resulta desconcertante navegar por un lugar así, en el que los límites se vencen justo en el momento de nacer y, por perfecto, es inmóvil, y el fondo quizás no exista. En especial para las gentes como yo, que solo comprendemos la vida como lucha contra los límites, y la fuerza tiene sentido porque hay
Leer más

El Tao de ser padre

Imagen
Del mismo modo que el Tao que se puede explicar no es el verdadero Tao, lo que se puede contar de ser padre no es la verdad de ser padre. Pero se parece a todas esos trenes en los que se monta para ya nunca bajar. No hay vuelta atrás, no hay paradas, volante ni freno ni noches en las que se detenga el viaje. Frente a su apariencia inocente y a las historias que se narran a los no iniciados como cuentos para niños, aun no siendo una aventura glamurosa, quizá sea la aventura de mi vida. Como canta la canción, "you reached the secret too soon", en esa letra de Pink Floyd que pide brillar en tu diamante loco. No hay iniciación sin asomo a la locura, y qué mejor puerta a la locura que la que no tiene vuelta atrás una vez se traspasa. Por eso yo antes no entendía nada, y creí que nunca haría lo que me prometí no repetir jamás porque vi en ello el triste hilo conductor de las grandes novelas que repiten los patrones inevitables del hombre. Y mi propia infancia no era una excepción.
Leer más

Poco antes de Helena

Imagen
Había transcurrido tanto tiempo que a menudo dudaba si se habría ido para no volver. Sin embargo, estaba dormida. Tan pronto como posé mi mano sobre su frente la reconocí sin lugar a dudas como a un amigo de la infancia. A veces es suficiente nada más que un soplo de ternura de esos sabios sobre cuyos corazones los siglos no amontonan polvo para llenar de aire nuevo las estancias de la casa. Y como estaba tan dulcemente dormida no quería yo despertarla, solo recordar los arrolladores latidos que nadie salvo ella puede desplegar como si el mundo entero se fuese a resquebrajar. Así es ella, así es la fuerza que ansía atrapar la vida entre las manos, ese deseo que yo he abrazado tan a dentro en mi pecho, que conozco tan bien a pesar de no saber a ciencia cierta si quiera su nombre. Durante años corrimos por las avenidas y reímos en las madrugadas, nos burlamos del destino y perseguimos secretos que quizá nunca hubieron nacido. Identificamos espadas como labios y nos prometimos la destrucc
Leer más