Transcendental running

One step, other step, one more step... I must not stop, I must not down the pace, because I want to go far. Air is chilling on my hands, on my chest; but is not enough. Snow flakes entangle in my eyelashes, pushing me harder. I can feel the fight between fatigue and euphoria, I know that process and how is tilted to the latter's side. Then, everything becomes fluid and smooth. After, suddenly I am mine. And run and run effortless as if nothing could stop me. All quotidian things pass to a second plane: timetables, houses, family and friends, job and bedroom disorder, thoughts and worries; now are all blown meaningless, blown by wind on my eyes. However, no vacuum is stable. One instant after, that space flourishes with the sensation of treading snow, a detailed observation of the way gravity pulls my body down, hundreds of snowflakes melting against my warmness. A different way of looking through the eyes paints a new world around me, as the one before was seen black and white and music seems to come to me from everywhere now: there are choruses inside houses, not in my player; piano notes come from naked branches, not from my headphones and cellos tremble their sincere waving bellow ground. It is a difficult to explain state, nevertheless, extremely simple. It is not consciousness, it is hyperconsciousness. I look around and feel I see trough my eyes. The city, the landscape, the sequence of happenings and the quality of reality became so coherent with myself as everything had just been built up by my mind, as we were reflections of one another.
First, physical frontiers are overcome, mental borders become diffuse after. Finally, unexplainable clarity appears. There, it can be seen from above and understanding the prevalence of connections over individuals, the eternity of oneself as irreversible deformation of such mesh of interrelations, and that deformation is driven by my will, and that such will is no more than a reflection of the very mesh's will. Moreover, mesh's will can only push one direction: forward. However, forward means closer, deeper, more attached.
Leaving aside what weights, what makes to rely on the thin surface, seeing other direction than the always kept one, that frees oneself from the unknowness of oneself. Giving that step is a spark which starts unexpected inner bonfires. The light illuminates statements from within which put oneself in the very centre of a sphere's surface. The light makes you to realize not love flowed from oneself until the awareness came: the awareness of I am not all, I am part.


Y ahora en españolo...

Un paso, otro paso, un paso más... No debo parar, no debo bajar el ritmo, porque quiero llegar lejos. El aire congela mis manos, mi pecho; pero no es suficiente. Los copos de nieve se enredan en mis pestañas, empujándome hacia adelante. Puedo sentir la lucha entre fatiga y euforia, conozco ese proceso y cómo se inclina hacia el lado de la última. Entonces, todo se torna fluido y suave. Después, de repente, soy mío. Y corro y corro sin esfuerzo como si nada pudiera detenerme. Todas las cosas cotidianas pasan a un segundo plano: horarios, casas, familia y amigos, trabajo y desorden en la habitación, pensamientos y preocupaciones; ahora son llevadas por el viento, por el viento en mis ojos. Sin embargo, ningún vacío es estable. Un instante más tarde, ese espacio se florece con las sensación de pisar la nieve, una minuciosa observación del modo en que la gravedad tira de mi cuerpo hacia abajo, cientos de copos de nieve fundiéndose contra mi calor. Una manera distinta de mirar a través de los ojos pinta un mundo nuevo a mi alrededor, como si el de antes fuera en blanco y negro y pareciera que la música viniera desde todas las direcciones ahora: hay coros dentro de las casas, no en mi reproductor; las notas del piano brotan de las desnudas ramas de los árboles, no vienen de mis cascos y los violonchelos tiemblan su sincero ondular bajo tierra. Es un estado difícil de explicar, sin embargo, extremadamente simple. No es consciencia, es hiperconsciencia. Miro a mi alrededor y noto que veo a través de mis ojos. La ciudad, el paisaje, la secuencia de sucesos y la cualidad de la realidad se vuelve tan coherente conmigo como si todo acabara de ser construido por mi mente, como si fuéramos reflejos el uno del otro.



Primero, se sobrepasan las fronteras físicas, las mentales se difunden a continuación. Finalmente, una claridad inexplicable aparece. Allí, se puede observar desde arriba y comprender la mayor relevancia de las conexiones frente a los individuos, la eternidad de uno mismo como deformación irreversible de tal malla de interrelaciones, y que la deformación es debida a mi voluntad, y que tal voluntad no es más que el reflejo de la voluntad de la malla. Más aún, la voluntad de la malla solo puede empujar en una dirección: hacia adelante. Sin embargo, adelante significa más cerca, más hondo, más estrechamente relacionado.



Dejar a un lado lo que pesa, lo que hace depender de la fina superficie, ver otra dirección que la siempre mantenida, eso libera del desconocimiento de uno mismo. Dar ese paso es una chispa que desata hogueras en lo profundo. La luz ilumina afirmaciones desde dentro que te sitúan en el mismo centro de la superficie de una esfera. La luz brinda la certeza de que ningún amor fluyó desde mi hasta que la consciencia llegó: la consciencia de que no soy todo, si no parte.



Libérate de ti mismo, entonces sé uno con el universo.

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